1985

En 1985, Gorbachov anunció que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria. Inicialmente, sus reformas fueron llamadas “uskoréniye” (aceleración), pero después los términos “glásnost”(liberalización, apertura, transparencia) y “perestroika” (reconstrucción) se hicieron mucho más populares.

Aunque la era de Brézhnev se suele considerar como de estancamiento económico, una serie de experimentos económicos (en particular en la organización de las empresas comerciales, y asociaciones con empresas occidentales) se llevaron a cabo. Se debatieron una serie de ideas reformistas por administradores de mentalidad tecnocrática, que a menudo utilizaban las instalaciones de la Liga de Jóvenes Comunistas como foros de discusión. La llamada ‘Generación Komsomol’ resultaría ser la audiencia más receptiva para Gorbachov, y el semillero de muchos hombres de negocios y políticos post-comunistas, especialmente en las repúblicas bálticas.

Después de convertirse en Secretario General, Gorbachov propuso un “vago programa de reforma”, que se aprobó en las sesiones de abril del Comité Central. En mayo pronunció un discurso en Leningrado abogando en favor de reformas más generalizadas. Las reformas se iniciaron con la renovación de altos cargos, destacando la sustitución de Andrei Gromiko por Eduard Shevardnadze como Ministro de Relaciones Exteriores. Gromyko, despreciado como ‘Sr. Nyet’ en el Occidente, había servido durante 28 años como Ministro de Relaciones Exteriores y se le consideraba de “ideas anticuadas”. Robert D. English observó que, a pesar de la inexperiencia diplomática de Shevardnadze, Gorbachov “comparte con él una visión” además de la experiencia en la gestión de una región agrícola de la Unión Soviética (Georgia), lo que significaba que ambos poseían débiles vínculos con el complejo industrial-militar.

El primer gran programa de reformas introducidas por Gorbachov fue la reforma de alcohol de 1985 que fue diseñada para luchar en contra de la difusión del alcoholismo en la Unión Soviética. Se regularon los precios del vodka, el vino y la cerveza y sus ventas se limitaron. Las personas que eran sorprendidas en estado de embriaguez en sus trabajos o en público eran procesadas. Se prohibió el consumo de bebidas alcohólicas en los trenes de larga distancia y en los lugares públicos, así como también se censuraron las escenas de consumo de bebidas alcohólicas en las películas. Sin embargo, esta reforma no tuvo un efecto significativo en el alcoholismo del país, pero económicamente fue un duro golpe para el presupuesto del Estado (que significó una pérdida de aproximadamente 100 millones de rublos, de acuerdo conAleksandr Yákovlev) después de que la producción de bebidas alcohólicas migrara al mercado negro.

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